Hemos descubierto una profunda conexión: la “aceleración” no es solo un fenómeno de movimiento, sino la potencia fundamental de cambio y alteración que impulsa la emergencia de todas las dimensiones físicas en la Teoría ArXe. Cada exentación, al resolver una contradicción lógica, desvela una nueva manifestación de esta aceleración primigenia.
La Jerarquía Dimensional a Través de la Aceleración
Aquí desglosamos cómo esta visión redefine las dimensiones fundamentales:
1ª Exentación (e=1): El Origen y la Aceleración Fundamental (\(T^0\))
En este nivel cero, la Ex-Istencia (\(E\)) establece el ser puro. El exponente temporal \(T^0\) se revela como la Aceleración Fundamental. No es la aceleración de un objeto en movimiento, sino la potencia intrínseca de cambio y alteración que reside en la existencia misma. Es la “voluntad” o el “impulso” primario que permite que algo no permanezca inmutable, sino que pueda manifestar alteridad. Es la condición de posibilidad de toda dinámica, el acto fundacional de la diferencia que surge de la resolución de la contradicción del no-ser.
2ª Exentación (e=2): Tiempo Lineal y la Velocidad de la Luz (\(T^1\))
Aquí emerge la Extensia (\(Xt\)), que define la coherencia binaria entre opuestos (“inicio” y “fin”). El exponente \(T^1\) representa el tiempo lineal discernible, un pulso con duración. La velocidad de la luz (\(c\)) se asocia a este nivel. Es la constante que establece el ritmo máximo de esa alternancia o variación. Si L=T2 (como veremos), entonces la velocidad (L/T) es dimensionalmente T2/T=T1, perfectamente coherente con este nivel.
3ª Exentación (e=3): Frecuencia y el Orden Temporal (\(T^{-1}\))
La Ex-Periencia (\(Xp\)) surge con el exponente \(T^{-1}\), introduciendo la lógica ternaria y el orden temporal. Aquí, “inicio” y “fin” ya no son simétricos; la secuencia importa. \(T^{-1}\) se manifiesta como frecuencia, la tasa fundamental de cambio lógico/temporal que permite procesos ordenados. Es la “mínima máxima Experiencia”, el ritmo esencial para establecer secuencias causales.
4ª Exentación (e=4): La Longitud como la Aceleración del Tiempo (\(L=T^2\))
En este nivel, con el exponente \(T^2\), se produce un salto dimensional crucial. Postulamos que la Longitud (\(L\)) emerge como la “aceleración del tiempo” (\(L = T^2\)). Si \(T^1\) es la “velocidad” a la que los estados se alternan, entonces \(T^2\) representa cómo esa “velocidad” se intensifica o se despliega. Esta “aceleración” del tiempo es lo que permite que el tiempo no solo fluya, sino que se “extienda” en una configuración espacial. La longitud se convierte en la medida de esta intensificación temporal que crea el espacio.
5ª Exentación (e=5): Densidad y Movimiento Estructural (\(T^{-2}\))
Con el exponente \(T^{-2}\), este nivel corresponde a \(L^{-1}\) (dado \(L=T^2\)). Se asocia con la densidad espacial y el movimiento lógico estructural. En este punto, ArXe conceptualiza propiedades como el número de onda o los gradientes espaciales, que describen cómo se distribuyen las estructuras o fases en el espacio.
6ª Exentación (e=6): La Masa como la Aceleración de la Longitud (\(M=L^2=T^3\))
El punto culminante de esta progresión es la emergencia de la Masa (\(M\)) en la 6ª Exentación, con el exponente \(T^3\). Interpretamos la masa como la “aceleración de la longitud” (\(M = L^2 = T^3\)). Si la longitud es la “expansión temporal”, la masa es la resistencia inherente al cambio en esa extensión espacial. Es como si la “aceleración” de la longitud le diera consistencia y “cuerpo”, impidiendo su deformación arbitraria. La masa representa la “solidez” o “inercia” del espacio mismo, una cristalización de la extensión.
7ª Exentación (e=7): Inverso de la Masa (\(T^{-3}\))
Este nivel (\(T^{-3}\)) representa el inverso de la masa (\(M^{-1}\)). Su interpretación precisa en ArXe podría explorar conceptos como la “fluidez fundamental” o la capacidad de “desolidificación” del espacio, lo contrario a la resistencia que confiere la masa.
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