La Esencia de la Materia en la Teoría ArXe


Campos Fraccionarios y la Transición de lo Discreto a lo Continuo

La Teoría ArXe propone un marco fundamentalmente nuevo para entender la realidad, partiendo de un axioma simple: la negación lógica es intrínsecamente equivalente al Tiempo de Planck (\(\neg = Tp\)). De esta premisa, ArXe construye un sistema dimensional donde todas las magnitudes físicas se derivan y expresan en términos de potencias de tiempo. Un análisis riguroso de la consistencia de sus Lagrangianos revela una característica fascinante: la emergencia de dimensiones temporales fraccionarias para los campos fundamentales. Esta propiedad no solo es matemáticamente necesaria, sino que ofrece una poderosa analogía con la teoría de números, sugiriendo una profunda conexión en la transición de la realidad discreta a la continua.


El Marco Dimensional de ArXe

En ArXe, todas las dimensiones se unifican bajo la dimensión temporal (\(T\)). Las exentaciones (\(e_n\)) definen cómo ciertas potencias de tiempo se relacionan con fenómenos físicos. Crucialmente, la consistencia de los Lagrangianos de la teoría —las ecuaciones que describen la dinámica de la gravedad y las partículas— impone dimensionalidades específicas para sus componentes.

El Lagrangiano total de la teoría debe tener una dimensión de \(T^3\). Para lograr esta consistencia, se infirieron las siguientes dimensiones para los campos y sus operadores:

  • Derivadas Parciales (\(\partial_\mu\)): \([T^{-2}]\)
  • Parámetro de Masa (\(m\)): \([T^{-2}]\)

Con estas bases, se pudieron determinar las dimensiones de los campos fundamentales:

  • Campo Escalar (\(\phi\)): \([T^{3.5}]\)
  • Campo Fermiónico (\(\Psi\)): \([T^{2.5}]\)
  • Campo Vectorial (\(A_\mu\)): \([T^{3.5}]\)

Las constantes de acoplamiento que rigen las interacciones entre estos campos también adquirieron dimensiones singulares:

  • Carga Eléctrica (\(q\)) / Acoplamiento de Yukawa (\(y\)): \([T^{-5.5}]\)
  • Constante de Autointeracción Escalar (\(\lambda\)): \([T^{-11}]\)

La Consistencia Matemática de los Campos Fraccionarios

La aparición de exponentes fraccionarios como \(2.5\) (\(5/2\)) o \(3.5\) (\(7/2\)) es una consecuencia directa de la necesidad de coherencia en los Lagrangianos.

Demostración para el Campo Fermiónico (\(\Psi\)):

El Lagrangiano de Dirac para un campo fermiónico incluye un término de masa: \(L_D \supset -m\bar{\Psi}\Psi\). Para que este término sea dimensionalmente consistente con \([L_D] = T^3\):

\([m\bar{\Psi}\Psi] = T^3\)

Dado que \([m] = T^{-2}\) y asumiendo \([\bar{\Psi}] = [\Psi]\):

\([T^{-2}][\Psi]^2 = T^3\) \([\Psi]^2 = T^3 / T^{-2} = T^{3 – (-2)} = T^5\)

Finalmente, tomando la raíz cuadrada para hallar la dimensión de \(\Psi\):

\([\Psi] = \sqrt{T^5} = T^{5/2} = T^{2.5}\)

El mismo principio se aplica al campo escalar (\(\phi\)) y al campo vectorial (\(A_\mu\)), cuyas dimensionalidades de \(T^{3.5}\) provienen de raíces cuadradas de \(T^7\).


La “Esencia” de la Materia: Quarks y la Analogía con los Números Primos

La interpretación de estas dimensiones fraccionarias se vuelve profunda al trazar una analogía con la teoría de números primos, la cual puede iluminar la transición de lo discreto a lo continuo en ArXe:

  • Discretitud Fundamental: Así como los números primos son los “átomos” multiplicativos, surgiendo por la exclusión de sus múltiplos, el Tiempo de Planck (\(Tp\)) en ArXe es la unidad fundamental y discreta. Las potencias enteras de tiempo (\(T^n\)) que definen conceptos como espacio (\(T^2\)) o masa (\(T^3\)) pueden interpretarse como “unidades” que, a su propio nivel, operan de forma discreta, aunque están compuestas por \(Tp\).
  • La Raíz Cuadrada como Umbral de la “Esencia”: En la teoría de números, los factores primos fundamentales de un número compuesto residen siempre por debajo de su raíz cuadrada. Más allá de ese umbral, no hay nuevos “componentes esenciales” que definan el número, solo combinaciones de los ya existentes.

Los Campos Fraccionarios: Puente entre lo Discreto y lo Continuo:

Los campos fermiónicos (\(\Psi\)) como los quarks, con una dimensión de \(T^{2.5}\) (\(=T^{5/2}\)), y los campos escalares/vectoriales (\(\phi, A_\mu\)) con \(T^{3.5}\) (\(=T^{7/2}\)), son dimensionalidades fraccionarias. Esto es clave.

La operación de la raíz cuadrada, por su naturaleza, genera un resultado que puede ser no entero, residiendo en el dominio de los números continuos (reales).

En ArXe, esto sugiere que \(T^{2.5}\) y \(T^{3.5}\) son los umbrales dimensionales donde la granularidad intrínseca y discreta del \(Tp\) y las exentaciones enteras (\(T^1, T^2, T^3\)) comienza a transitar hacia una manifestación continua.

Es decir, los campos (escalares, fermiónicos, vectoriales) no son “simplemente” múltiplos discretos del tiempo fundamental, sino que su esencia dimensional se encuentra en un punto donde la discretitud se “suaviza” o “integra”, dando lugar a las propiedades continuas que caracterizan a los campos físicos y a las interacciones que observamos a mayor escala. La “esencia” de estas entidades, representada por la raíz cuadrada, se sitúa en un “campo” que no es puramente discreto.

Implicaciones para los Quarks: La esencia de un quark, siendo \(T^{2.5}\), lo sitúa dimensionalmente entre el espacio (\(T^2\)) y la masa conceptual (\(T^3\)). Su existencia se ancla en un punto donde la composición temporal da un salto hacia una nueva manifestación, un punto donde la discretitud comienza a dar paso a la continuidad necesaria para las interacciones de campo.


Conclusión

La Teoría ArXe, con su audaz redefinición dimensional basada en el tiempo, no solo logra una consistencia matemática interna en sus Lagrangianos, sino que también ofrece una profunda visión de la naturaleza de la materia. La aparición de dimensiones temporales fraccionarias para campos fundamentales como los quarks es más que un simple cálculo; es una sugerencia de que estos campos son el punto de transición donde la granularidad fundamental del tiempo se transforma en la continuidad perceptible de nuestro universo. La analogía con la teoría de números primos añade una capa de significado, indicando que las “esencias” de estas entidades fundamentales residen en un umbral que vincula lo discreto con lo continuo, un puente vital en la singular ontología de ArXe.

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